El permiso de colocación de enseres de los restaurantes al aire libre señala que tiene una duración anual. Por otra parte, al comienzo de la primavera de 2021 la Secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad de México (Sedeco) y la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP) indicaron que el programa “Ciudad al aire libre” sería permanente.
Es decir, se prevé que los permisos de los restaurantes y cafeterías para instalarse en las banquetas formen parte de algo duradero, por lo que los negocios de este sector ahora tienen un horizonte más preciso para planear sus espacios exteriores: el mobiliario, ambientación y logística son algunos puntos básicos para planear esta inversión.
Al respecto, conversamos con Hermann Montoya, director de las marcas del Grupo El Califa —integrado por las taquerías homónimas, la cadena Peltre Lonchería y El Caifán— . Su experiencia en el manejo de decenas de sucursales servirá de referencia para los negocios que deseen afianzar su presencia en espacios exteriores.
El Califa surgió en 1994. Asentado en la colonia Condesa, uno de los barrios capitalinos más reconocidos por la presencia de numerosos negocios gastronómicos, El Califa tiene experiencia en la gestión del espacio exterior como parte del restaurante, comenta el entrevistado.
Aquí parte de sus reflexiones y recomendaciones sobre un fenómeno que surgió como una respuesta a la covid-19 y que ahora formará parte del paisaje urbano.
En los días de adaptación por el confinamiento, hubo restaurantes que incluso ocuparon sus espacios de estacionamiento para colocar mesas, comentó Montoya. Esto es de carácter temporal, lo importante es afinar la estrategia si lo que se pretende es que la extensión al aire libre sea fijo durante una larga temporada.
Es importante que estas barreras no solamente cumplan estrictamente con las medidas permitidas por el reglamento, sino que formen parte de la identidad del negocio… y del entorno, como veremos en el siguiente punto.
De tal manera que —al igual que ocurre con los Pueblos Mágicos, por ejemplo— los establecimientos que se encuentren en zonas históricas, reguladas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), deben revisar los lineamientos, en cuanto al manejo de color y tipo de mobiliario que elijan.
Usualmente los restaurantes rentan o adquieren una especie de chimenea metálica para calentar el ambiente. No obstante, Montoya comparte que, en su experiencia, les han resultado mejor unos calentadores metálicos que se montan en la pared —incluso los hay de cobre, que lucen muy elegantes para los restaurantes de más tenedores—.
Este gasto es importante, por eso vale la pena asesorarse con un experto para cerciorarse de adquirir los adecuados para su espacio.
Sombrillas para evitar el sol y toldos para repeler la lluvia entran en este renglón.
Plásticos y polímeros, así como los mecanismos de plegado en aluminio, están entre los materiales adecuados para resistir el montaje diario.
Hay reglas importantes a recordar:
Hermann Montoya concluyó la entrevista comentando que a muchos de los comensales les gusta sentarse al aire libre en su restaurante favorito por lo que si este recurso es usado sabiamente puede convertirse en un factor de reactivación para el sector. De acuerdo con cálculos de la ADIP en CDMX podrían estar operando hasta 25,000 establecimientos en el programa “Ciudad al aire libre”, una tendencia exitosa que sin duda también estará presente en las zonas más turísticas del país.