Una de cada cuatro copas servidas entre semana es afterwork: así de contundentes son las cifras del informe “Combinados de día”, de Horeca Digital LAB, el laboratorio de tendencias digital de hostelería de Nielsen.
El afterwork, momento de ocio y consumo que comienza justo cuando acaba el horario laboral y que se comparte con los compañeros de trabajo o del entorno personal, ha llegado para quedarse, perfilándose como un momento idóneo para los combinados en horario diurno, en línea con el trasvase de consumo que está viviendo España de la noche al día.
Además del gin tonic, que hace tiempo que dejó de ser tendencia para ser una realidad, muchos también optan por clásicos como el “cubata” (ron cola) o el Whisky-Cola.
Pero, ¿qué otros aspectos marcan esta tendencia afterwork, convertida en una oportunidad para incrementar las ventas?
El consumidor opta por locales con personalidad y estilo siendo de 18.00 a 21.00 horas el prime time del afterwork.
En ese tiempo, lo habitual es pedir clásicos como el Whisky-cola o el “cubata” (el ron cola), que no están en absoluto desfasados y que no pierden comba frente al más sofisticado Gin Tonic, que ya no es tendencia, sino una realidad consolidada.
Estas tres bebidas conforman el top 3 del consumo afterwork, aunque el orden cambia considerablemente en función del tipo de establecimiento.
En los restaurantes, el claro dominador sigue siendo el Gin Tonic, que concentra casi un 40% de las copas servidas en ese horario vespertino entre semana.
Sin embargo, en las cafeterías y bares el Whisky-cola continúa con su posición de liderazgo, mientras que donde hay una auténtica batalla es en los pubs, donde esos tres combinados tienen un peso similar en esa franja horaria.
Este cambio en el consumo no solo afecta al tipo de alcohol, sino también a la mezcla e incluso al contenido de azúcar. Por ejemplo, la importancia de la cola light frente a la convencional en los combinados es mucho mayor en los restaurantes, donde llega a alcanzar el 50% del consumo en aquellos que se sirven o piden con cola, que en los bares y cafés, donde no supera el 30%.
Esta tendencia positiva en la hostelería diurna no es indiscriminada, ya que el consumidor reconoce ser más exigente a la hora de valorar un establecimiento. En este sentido, la relación calidad-precio es el aspecto más importante para el 70% de los encuestados. Le siguen de cerca la calidad de la restauración (60%) y las instalaciones, el ambiente y la imagen que proyecta el local (50%).