El menú es el sello distintivo de tu restaurante, no es sólo una cartilla de precios. Es, también, una tarjeta de presentación de tu concepto, lo que te gusta, lo que quisieras ver reflejado en tu cocina.
Si quieres crear un menú que te separe del montón, tu primer paso es evaluar tu menú existente, o analizar el borrador que hayas preparado para tu futuro restaurante y compararlo con los menús de restaurantes que tengan una clientela similar a la tuya. Dependiendo de si ya has inaugurado tu nuevo negocio o si aún estás intentando entender qué se necesita para poner un restaurante, contarás con distintos recursos para analizar el rendimiento o el potencial de tus productos. Es muy importante también que incluyas tu menú en tu plan de negocio.
El menú de tu restaurante puede ayudar a tu comensal a que elija lo más rico (y rentable del menú) y si el menú no es sencillo de leer, es poco probable que tu nuevo comensal se convierta en uno habitual.
En este artículo te daremos los consejos que necesitas para tener un menú competitivo.
Un menú de restaurante no es una lista de productos, ni de ingredientes. Por eso, su optimización debe estar dirigida a que el comensal consuma la cantidad de platillos más rentables para el negocio.
El menú debe ser conciso en su estilo: si el concepto del restaurante es comida del mar, la oferta de platillos debe estar relacionada con el concepto.
El menú debe estar organizado por secciones: desayunos, brunch, comida, cenas. Depende del estilo de tu restaurante.
Procura que el menú no tenga más de 2 páginas. En este caso, menos es más.
Intenta que tu menú tenga una sección para los niños, es decir, un menú infantil.
No introduzcas en tu menú demasiados platillos, elige los mejores platos y enfócate en ellos. En ese sentido, un menú de degustación es lo ideal cuando tienes muy buenos platos y tus comensales no pueden decidirse por uno.
Los menús pueden variar dependiendo del estilo y concepto del restaurante. Es muy posible que un restaurante especializado en desayunos sólo se enfoque en hot cakes, huevos revueltos o chilaquiles y tenga otras opciones en el menú, pero menos numerosa. A la hora de crear un menú, debemos tener en mente a nuestro cliente habitual: en una zona de oficinas, es mejor especializarse en desayunos y comidas y no tanto en drinks. Incluso, es deseable elaborar encuestas para conocer cuál tipo de platillo consume más tu tipo de cliente.
Aquí hay unos ejemplos de menú para restaurantes
Menú estático: menú que no cambia, salvo cuando hay una reestructuración de todo el menú
Menú semanal o diario: cambia de acuerdo a las especialidades del chef
Menú basado en una dieta: es aquel adaptado a un tipo de necesidad nutricional específica. Los menús veganos o sin gluten son un ejemplo de ello
Menú a la carta: cambia de vez en cuando y con platillos específicos
Menú de un sólo precio: ofrece varios platillos por un precio fijo. Por ejemplo: los buffets de espadas brasileñas, los menús de comida corrida o de desayunos.
Hacer un menú para restaurante es más una cuestión de estrategia que de cantidad. Desde las fotos de los platillos (si las hubiera) hasta los precios y la posición de los platos en la carta, todo suma para lograr el cometido final del restaurantero: vender su platillo. A continuación, te mostraremos los pasos esenciales para crear un menú atractivo y comercial.
Esto te permitirá elaborar un primer aproximado de lo que será tu futuro menú. Por otro lado, cada platillo debe tener su nombre, ingredientes principales, precio y, cuando lo creas conveniente, las promociones. Si tus clientes no ven las promociones en tu menú, no lo verán en ningún otro lado.
Descubre cuáles son los platillos más buscados del momento, pero no te limites a los blogs y a las revistas culinarias, mantente al tanto también de los alimentos que están marcando tendencia en las redes sociales.
Ordena los platillos de tu menú de acuerdo a su proteína principal. Si es de origen animal, ordenarlos de acuerdo a su origen: pollo, res, cerdo y pescado. Una vez hecho esto, cada platillo deberá ser ubicado en una categoría diferente: platos fuertes y entradas. Con las bebidas sucede lo mismo: clasificarlas en alcohólicas y NO alcohólicas.
Una vez que hayas decidido qué platillos deseas incluir, es hora de que intentes ajustar tus precios para asegurarte de que sales ganando con tu nuevo menú. Para averiguar qué porcentaje de tus ventas estás usando para cubrir tus costos, y cuánto te queda de ganancia en bruto, vamos a usar la siguiente fórmula:
Suma los costos (incluyendo todos los gastos que incurren con tus proveedores) de todos los ingredientes que requieres para preparar una porción de cada uno de tus platillos.
Para cada platillo, divide el costo total de sus ingredientes por el 30% o 0,3
El resultado es el precio final que deberías fijar para este platillo: 30% de tus ganancias costearán los ingredientes, y el 70% serán tus ganancias en bruto.
Por ejemplo:
Preparar una hamburguesa con papas a la francesa, cuesta 30 pesos.
$30 / 0,3 = $100
En este caso, deberías cobrar 100 pesos. $30 serán para cubrir tus costos, y $70 serán tus ganancias en bruto.
Antes de empezar a diseñar tu menú, debes centrarte en su contenido. Aquí tendrás que poner a prueba tu imaginación, eligiendo nombres que de cautiven a tus comensales, y dándoles descripciones que sean informativas a la par que apetitosas. Un estudio de la Universidad de Illinois sugiere que si un platillo cuenta con descripciones detalladas e interesantes, estos platillos te traerán de promedio un aumento de ventas del 27%.
Otro factor que influye de manera positiva en las ventas de un platillo es la incorporación de referencias a la familia, a los productos caseros, e incluso al orgullo patriótico o regional. Si tienes platillos que has creado siguiendo una receta de tu familia, o si preparas tus condimentos a mano en tu restaurante, ¡no dudes en mencionarlo!
Elige los colores que hagan juego con tu restaurante. Elige colores oscuros si lo que quieres denotar es elegancia y seriedad. Si lo que buscas es un espacio cálido que atraiga a la gente, debes elegir colores suaves. Si tu objetivo es el público joven, los colores vivos son la mejor opción.
Coloca fotos con buena resolución y en primer plano de tus platillos con sus descripciones para que el comensal se sienta atraído por tus productos. No necesitas contratar un fotógrafo para esto, lo puedes hacer tú mismo con un buen celular y una buena iluminación. No olvides colocar en tu menú, el logo de tu restaurante.
Sabemos que puede sonar como un lugar común pero es importante que tu menú tenga la dirección, el e-mail, el teléfono y las redes sociales del restaurante. Así también, una corta descripción del concepto de tu restaurante.
Es necesario que todos los elementos de tu menú correspondan con los colores y el concepto. La tipografía debe estar alineada con el concepto de tu restaurante. Si es un restaurante elegante, es mejor elegir fuentes sin serifas. Caso contrario si tu concepto es más “romántico”, las fuentes con serifas serán tu mejor opción.
Hay dos opciones importantes a considerar a la hora de ponerse manos a la obra para diseñar un menú bonito y aquí te las presentamos:
Te recomendamos también que coordines en la medida de lo posible el diseño de tu menú con las decoraciones de restaurante que hayas elegido.
Todos necesitamos tener un menú impreso, así que a la hora de hacerlo debes considerar los altos costos de impresión y más si deseas un papel en especial o si lo quieres a color. Lo más usual es imprimir a color, plastificar las hojas y engargolarlas. Lo ideal es imprimirlas en tamaño carta porque es más económico.
La pandemia cambió las reglas del juego y muchos restaurantes aún conservan el protocolo de cero contacto. Por eso, algunos han adoptado a tener su menú en formato digital accesible a través de un código QR, bien sea en pdf o en una landing page.
Cualquiera de estas dos opciones son excelentes si cualquiera de ellas se ajustan a lo que necesitas en tu menú para restaurante.
Ahora que tienes tu menú listo, lo que sigue es atraer a la clientela a tu restaurante para que degusten tus deliciosos platillos. Sigue leyendo y te mostraremos las mejores opciones de marketing para que promociones tu negocio.
Te recomendamos que tengas en mente lo que Michael Kasanava y Donald Smith de la Michigan State University consideran los factores más decisivos para la creación de un buen menú: la rentabilidad y la popularidad de cada artículo, y si tus platillos encajan bien con tu concepto de marca.
Querrás retener aquellos platillos que te traen el mayor margen de beneficio, y los que tus clientes compran con mayor frecuencia, y experimentar con platillos siguiendo esta línea, pero siempre manteniéndose fiel a tu marca. Intenta organizar tus platillos en las siguientes categorías para determinar la mejor estrategia para optimizar tu menú:
El último detalle que te falta es decidir cómo quieres presentar los precios en tu menú. Si quieres generar un 8% más de ventas, este estudio de la Universidad de Cornell nos muestra que solo tienes que implementar este sencillo truco: quítale el signo del peso, y los dos ceros decimales a tus precios. Los símbolos monetarios le sirven como recordatorio a tus comensales de que están gastando su dinero, mientras que los ceros a la derecha nos hacen pensar subconscientemente que estamos gastando más dinero de lo que es el caso.
Estás listo para presentarle tu nuevo menú a tu clientela. Pero el proceso de crear un menú es un esfuerzo continuo, y querrás seguir revisándolo cada 3 o 4 meses para asegurarte de que tu menú nunca deje de generar beneficios.