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Aunque uses solo ingredientes frescos, un pequeño truco que puedes usar para darle aún más carácter a las fotos de tus platillos. Al añadir un poco de agua tus frutas y verduras o un poco de aceite a tus carnes y pescados, podrás comunicar de manera aún más efectiva la frescura y calidad de tus ingredientes.
Algunos de los principios más básicos de fotografía también te ayudarán a tomar mejores fotografías de tus platillos. La profundidad de campo y la regla de los tercios son dos técnicas fáciles de aprender que te ayudarán de manera considerable a mejorar la calidad de tus fotos.
Es una regla muy fácil de usar, e incluso puedes aplicar esta regla cuando estés retocando tus fotos. Simplemente debes dividir la imagen en 9 partes, y situar tus platillos en una de las “intersecciones” entre estas nueve partes.
Pon tu comida en primer plano y reduce la nitidez del resto de la foto, y cautivarás aún más a tus clientes con tus excelentes fotografías.
La mayoría de los restaurantes tienen ventanas. La mayoría de las ventanas tienen una abundancia de luz natural. La luz natural es uno de los recursos más buscados por un fotógrafo, especialmente cuando se trata de fotografía de alimentos.
A menudo, todo lo que se necesita es una sola fuente de luz. La luz que viene de atrás o de los lados suele crear la mejor iluminación de los alimentos al mitigar las sombras y resaltar la textura de los ingredientes.
Además te recomendamos que nunca uses el flash. Las fotos de alimentos con flash crean reflejos y resplandores fuertes, así como contrastes muy marcados: tu comida tendrá un aspecto artificial y poco apetitoso.
Ya sea con Photoshop, con cualquier herramienta de edición gratuita, o incluso con tu mismo smartphone, con una herramienta de edición de imágenes le podrás los toques finales a las fotos de tu comida. Los principios más básicos que debes tratar son:
Cuando se toman fotografías de alimentos, el uso de un blanco más cálido hará que la comida parezca más apetitosa que la luz fría.
Cuando se trata de fotografía de comida, los colores más saturados y cálidos tienden a ser más apetitosos. Piensa en el color intenso de una la carne de ternera o en una mandarina. Añadir un poco de saturación en una fotografía de alimentos es una gran manera de resaltar los colores de tu fotografía y hacer que la imagen parezca más apetitosa.
Con la popularidad de las fotos de comida en las redes sociales para restaurante, tienes una oportunidad perfecta para promocionar tus platillos. A todo el mundo le encanta poder salivar un poco mirando fotos de comida en Instagram y Facebook, y así te podrás dar a conocer entre otros dueños de restaurantes y atraer aún más clientes.
Una herramienta que te ayudará muchísimo en este respecto son los hashtags. Así, cualquier usuario de Instagram que esté interesado en buscar un tipo de comida en específico, podrá encontrar tu página sin problemas.
Con esta información podrás empezar a preparar todas las nuevas fotografías de tus platillos, ¡y dentro de poco verás como empiezas a captar la atención de nuevos clientes!
Fuente: Joinposter