Después de que el chef Anthony Strong cerrara su popular restaurante en Estados Unidos, el pasado mes de agosto, no se dio por vencido.
Al igual que tú, no se rindió.
Primero transformó su restaurante en una tienda para seguir facturando a pesar del cierre del negocio.
Un par de meses más tarde, creó con un nuevo concepto: transformó su furgoneta Volkswagon de 1989 “Stella” en un comedor móvil, que viaja por la ciudad para servir una experiencia gastronómica de cuatro platos con el concepto de “glamping“.
Strong se negó a retroceder ante la adversidad y avanzó transformando su concepto hacia un modelo Smart.
Esta inesperada situación provocada por el Covid-19 nos ha permitido ser testigos de algunas de las historias más increíbles de adaptación de negocio Smart, ya sea a través de la venta de experiencias gourmet para comer en casa, la creación de clases de cocina online o el emergente crecimiento de las cocinas fantasmas.
Toda esta creatividad es muy emocionante de ver y habla de la feroz resistencia que tienen los propietarios de restaurantes, que cómo tú, están muy decididos a salir adelante.
Porque si una cosa hemos aprendido en esta pandemia es que necesitamos tener un plan A, B y C para poder seguir facturando bajo cualquier circunstancia.
Los restaurantes no se limitan a servir comida, sino que son una experiencia emocional.
Los clientes comparten sus mejores momentos y su día a día en sus restaurantes preferidos. Y aunque la pandemia cambió la forma de consumir productos, lo que no ha cambiado es lo arraigados que están los restaurantes en la vida de las personas.
Incluso ahora los consumidores están ayudando a muchos negocios a mantenerse abiertos al seguir consumiendo experiencias gastronómicas, tanto en el local como en casa, a través de la venta de comida a domicilio y take away.
Estamos viendo que las líneas entre un restaurante y un negocio de servicios se están difuminando, tal como hizo Anthony al pasar de restaurante a tienda y a furgoneta-restaurante.
Esta mezcla de líneas es una tendencia realmente importante que estamos empezando a ver, porque muchas empresas se convertirán en multi conceptos.
Un Smart Restaurant es un negocio que entiende que su cliente ha cambiado y que se debe adaptar a él si quiere sobrevivir esta crisis.
La Maison Danel de San Francisco sólo llevaba un mes abierta cuando se anunciaron las restricciones y el toque de queda.
Inspirada en los salones de té de París, la pastelería francesa se centraba en vivir la experiencia de tomar el té por la tarde en un exclusivo diseño de interiores.
“Pensamos que era el momento de innovar… Es entonces cuando nos centramos en un empaque exquisito que transmitiera nuestra diferenciación y valores de marca”, dice David.
“Abres una caja grande de pastelería y dentro hay pequeñas cajas, una de ellas con sándwiches y otra con pasteles. Todo está atado con una bonita y colorida cinta, así los clientes pueden tener la misma experiencia elegante y gourmet en su casa.”
David dice que el nuevo modelo de negocio de la comida para llevar y la venta a través de su página web será una estrategia de marketing permanentemente para el negocio, incluso después de que el salón de té sea capaz de abrir sin restricciones a los clientes.
“De todas formas, todo iba hacia el online y con delivery, pero la pandemia lo ha acelerado diez veces”, dice David.
Según un estudio de Square:
Con el cambio hacia un mayor número de clientes que eligen la recogida en lugar de la entrega, muchos restauradores están buscando formas de ampliar la experiencia de los clientes cuando recogen sus pedidos en su vehículo.
El camino de los Smart Restaurant. Negocios adaptados a los nuevos tiempos, que cambian y evolucionan para que, pase lo que pase, su negocio siga a flote. Incluso creciendo. Pero, sobre todo, negocios que quieren entender al nuevo cliente que ha surgido en estos meses. Porque ya no vale lo mismo de siempre. La realidad es que ha llegado el momento de adaptarse o tener que cerrar.